MI IMAGINACIÓN VUELA


  Fotografía gratuita de Unsplash
Cuando miro por mi ventana de nuestra casita de Madrid veo paisajes llenos de encanto y mi imaginación vuela.
Veo lugares preciosos. La finca que se ve es encantadora con sus árboles, sus flores y hasta puedo ver la casa donde vivían sus antiguos dueños. Ahora es un lugar de sano esparcimiento para los vecinos y para las personas que vienen de otros lugares a disfrutar de sus maravillosos rincones.
Veo pasar bandadas de pájaros de diversas especies, palomas, golondrinas, y alguna que otra cotorra argentina que tanto ruido hacen.
Pero un día vi pasar a una hermosa figura resplandeciente y que irradiaba una luz maravillosa.
¿Qué era aquella figura? no podía determinar qué es lo que había pasado frente a mi vista.
Otro día volví a verla, radiante, hermosa y cuando me fijé bien vi que era una hermosa ave, pero era enorme.
El ave se acercó a mi ventana y me dijo:
-Todos los días te veo sentada frente a esa ventana y me he preguntado quien eras. ¿Cómo te llamas me preguntó?
-Me llamo Angelita y vivo aquí con mi familia y esta es la ventana de mi cuarto.
- ¿Y quién eres tú hermosa ave? y ¿cómo puedes hablar?
-Soy el ave de la finca. Hace muchos años que vivo aquí. Era un ave común y corriente pero un día se me apareció una bella mujer, de cabellos largos y multicolores y me dijo:
-Hermosa ave desde hoy tendrás el don de hablar, pero sólo lo puedes hacer con aquellas personas que se lo merecen.
- ¿Y yo me lo merezco?, le pregunté.
-Si Angelita, porque sé que cuando miras desde esa ventana tu imaginación vuela.
-Es cierto cuando miro por la ventana y veo paisajes tan bonitos mi fantasía es muy grande y mi imaginación vuela, vuela muy lejos hasta una isla caribeña de donde soy originaria y que se llama Cuba.
-Cuba, nunca había oído hablar de ese lugar.
-Pues es un lugar muy hermoso.
-Por lo que me cuentas quisiera conocerla.
-Ojalá puedas lograrlo, le dije.
-Bueno adiós, Angelita, tengo que seguir recorriendo diversos lugares.
-Adiós ave hermosa.
Días después vuelvo a sentarme frente a mi ventana a contemplar el paisaje y de nuevo se me aparece el ave maravillosa y me dice:
-Hola Angelita ¿cómo estás?
-Muy bien le contesté ¿y tú?
-Muy bien, pero no te puedes imaginar donde estuve.
¿Dónde estuviste?, le pregunté.
-En tu isla hermosa y me encantó.
-Me alegro mucho, pero has tenido que volar mucho.
-Si muchísimo, pero valió la pena. Bueno me tengo que ir.
-Adiós bella criatura.
Más nunca he vuelto a ver al ave de la finca, pero sin lugar a dudas desde mi ventana mi imaginación vuela.




Comentarios

Entradas populares