LAS GOLONDRINAS Y LAS TORTUGAS DEL BOSQUE DE LA HABANA
Siempre me
han gustado las golondrinas, las encuentro encantadoras.
Cada vez que
tengo la oportunidad me voy al campo, me encanta estar entre los árboles y
entre las flores, respirar aire puro y no el contaminado de las ciudades.
Pues cada vez
que voy a pasear por la campiña me encuentro con alguna golondrina.
Una vez que paseaba
por el bosque de La Habana que es un lugar lleno de magia, donde hay muchos
árboles y bellas flores, me encontré con una golondrina.
La bella
avecilla se me acercó y me dijo:
- ¿Qué haces
por estos parajes?
-Estoy
paseando, me encanta pasear por este bello bosque.
- ¿Y tú
golondrina? ¿qué haces por aquí?
-Bueno este
es mi hogar, aquí vivo con mi familia desde hace mucho tiempo.
-La verdad
que escogiste un lugar maravilloso para vivir. Yo siempre que puedo vengo aquí
a ver esta exuberante naturaleza.
La golondrina
me preguntó:
¿Quieres
conocer a mi familia?
-Yo le dije,
estaría encantada de hacerlo.
-Pues sígueme,
me dijo la avecilla.
La seguí y
llegamos a un lugar encantador, lleno de magia, Había muchos árboles, cedros,
caobas, majaguas y las flores que maravilla, rosas, tulipanes, jazmines, el
olor que emanaban inundaba todo y había infinidad de mariposas de bellos
colores que revolotearon sobre mi cabeza.
- ¡Mira allí!
está mi nido y mis hijitas, las voy a llamar
Efectivamente
la golondrina emitió un sonido y llegaron a nuestro lado tres pequeñas
golondrinas.
-Amiga mía
están son mis hijas, Sara, Silvia y Sabrina. Saluden por favor como educadas
golondrinas.
-Hola amiga,
dijeron a coro las avecillas.
- ¿Hola
amiguitas cómo están?
-Muy bien y
contentas de encontrarnos contigo. ¿Te gusta este bosque?
-Por
supuesto, el bosque de La Habana es un lugar lindísimo y siempre que puedo
vengo.
-Qué bueno
que te gusta nuestro hogar, a nosotros nos encanta, somos muy felices de vivir
aquí junto con nuestra madre.
-Me lo
imagino amiguitas.
- ¿Has visto
el bello estanque que hay cerca de aquí?
-No, no lo he
visto les dije ¿dónde está?
-Muy cerca de
aquí, si sigues recto por ese camino te lo encontrarás.
-Yo tenía que
regresar a mi casa y me despedí de mis cuatro amigas.
-Adiós
preciosas golondrinas, no las olvidaré nunca.
-Adiós señora,
no deje de regresar al bosque, aquí la esperaremos.
Antes de irme
a casa seguí el camino que me indicaron mis nuevas amiguitas. Efectivamente
allí había un estanque y para mi sorpresa allí me encontré con unas tortugas
que cuando me acerqué me saludaron muy alegres.
-Hola amiga,
bienvenida al estanque, me dijeron.
-Hola
encantadoras tortugas. Qué bueno que mis amigas las golondrinas me dijeron que
existía este estanque. Así las conozco.
-Vamos a
presentarnos, me dijeron.
La tortuga de
mayor tamaño me dijo:
-Soy Carla
mucho gusto.
-Yo soy
Virginia, me dijo la tortuga mediana.
-Y la más pequeña
expresó:
-Soy María.
-María, pues
eres mi tocaya, yo me llamo María de los Angeles.
Yo estaba
feliz, había conocido a las golondrinas y a las tortugas del Bosque de la
Habana.
Siempre que
voy a Cuba visito el Bosque de La Habana, cuando vayan a la Isla háganlo
ustedes también, es un lugar mágico que no se lo pueden perder.
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