LAS PALOMAS DEL PARQUE ALMENDARES

En la Habana hay un parque muy bonito, el parque Almendares.

Cuando niña lo visitaba mucho y de mayor también.

Queda al lado del río Almendares y es un lugar lleno de encanto.

Hay muchos árboles y flores y también diversos lugares de esparcimiento para los niños y por supuesto para los mayores porque en ocasiones se escenifican obras de teatro.

A mí me encanta pasear por ese parque que queda muy cerca de mi casa.

En una ocasión en que me encontraba paseando por ese lugar que es muy conocido por todos los habitantes de la ciudad se me acercó una paloma blanca que me dijo.

-Señora ¿cómo está?

-Le dije, muy bien bella paloma.

- ¿Te gusta pasear por este parque?

-Me encanta, esa es la verdad, es un lugar muy bonito.

-Sabe, me dijo la paloma nosotras las palomas amamos este lugar. Hace mucho tiempo que vivimos aquí.

- ¿Y cuántas palomas como tú viven aquí?

-Casi veinte, pero las más cercanas a mí son cuatro. ¡Venga que se las voy a presentar!

Acto seguido llamó a sus amigas que vinieron veloces y se posaron en el banco en que yo estaba sentada.

-Amigas, esta es una señora que acabo de conocer y quiero que ustedes lo hagan también.

-Muy bien, dijo una de ellas, nos encanta conocer gente nueva, yo me llamo Ana.

La segunda paloma se me acercó y me dijo y yo Julia, mucho gusto.

La tercera me dijo, yo me llamo Raquel y la cuarta me expresó, yo soy Adela.

-Encantada, me complace mucho conocerlas.

¿Y tú palomita? la que primero me habló ¿cómo te llamas?

-Yo me llamo Elisa, me alegro mucho de que te hayan gustado mis amigas.

Me despedí de mis nuevas amigas y me fui para mi casa.

A la semana siguiente regresé al parque, pero acompañada de mi hija y de mi nieta.

En cuanto llegamos al parque se nos acercaron las cinco palomas que traían en el pico unos ramilletes de bellas flores que nos entregaron.

-Muchas gracias, les dijo mi nieta, que bellas flores. ¿Dónde las han encontrado?

-Pues aquí en el parque hay muchas. ¿Y tú como te llamas hermosa joven?

-Me llamo Amanda y me alegro mucho de que mi abuela me haya invitado a venir. Estoy encantada.

-Nos alegramos de que te hayan gustado las flores y el parque. Tú abuela es muy amiga nuestra, que bueno que hoy ha venido contigo y con tu mamá.

-Si, ella nos habló muy bien de este lugar y la verdad que nos ha encantado aceptar su invitación.

-Bueno, nos tenemos que marchar, les dije a mi hija y a mi nieta, se nos hace tarde y tenemos que seguir nuestro paseo por La Habana.

-Adiós palomitas les dijimos a nuestras amigas y emprendimos viaje hacia la Habana Vieja.

Cada vez que viajamos a la Isla visitamos el parque Almendares y allí nos encontramos con nuestras amigas que nos reciben con mucho cariño.