AMANDA Y LA FLOR DE LA MARIPOSA.

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La mariposa es la flor nacional de Cuba.

Es de color blanco y tiene un exquisito olor.

Cuando mi hija se casó mi esposo y yo adornamos la mesa con mariposas. Era la mesa principal donde se sentaron mi hija y su esposo, los padres del novio y mi esposo y yo. La verdad que el adorno quedó precioso.

Mi nieta cuando cumplió quince años viajó a la Isla con su madre.

Fuimos a hacerle unas fotos en el estudio de una joven fotógrafa.

Mi hija le pidió que le adornara el pelo con flores en particular con mariposas.

Así lo hizo la fotógrafa y el pelo de mi nieta se convirtió en un jardín. Las fotos quedaron preciosas.

En una ocasión en que mi hija, mi nieta y yo paseábamos por un hermoso lugar nos encontramos con un precioso jardín donde señoreaban las mariposas esparciendo su maravilloso olor.

Mi nieta muy entusiasmada nos dijo.

Miren cuantas mariposas que bellas son y su olor es embriagador, voy a coger una.

Mi hija y yo le dijimos:

-No lo hagas por favor.

Pero mi nieta se empeñó en hacerlo. Se acercó a las flores y cogió una y se la colocó en su precioso pelo.

Inmediatamente oímos un llanto.

- ¿Quiénes lloran? dijo mi hija.

-Si no me equivoco, dije, son las flores.

-Las mariposas, dijo mi nieta muy asombrada.

Si, dijeron las mariposas, somos nosotras, nos has quitado a una hermana, por eso lloramos.

No lo podíamos creer, mariposas que lloraban y hablaban.

Era increíble.

Mi nieta muy despacito se quitó la mariposa que tenía en el pelo y la colocó con mucha ternura al lado de sus hermanas.

-Muchas gracias, hermosa joven, ya de nuevo estoy al lado de mis hermanas queridas.

-No saben cuento lo siento, dijo mi nieta.

-Mi intención no era maltratarlas ni separarlas, es que a mí me encantan ustedes, son preciosas y exhalan un olor embriagador.

-Mira, le dijo una de las flores ¿ves un bulbo que crece cerca de nosotras?

-Si lo veo, dijo la joven.

-Pues cógelo y llévalo a tu casa. Siémbralo en una maceta y riégalo con abundante agua todos los días.

Nos despedimos de las encantadoras amigas y cuando llegamos a nuestra casita, mi nieta sembró el bulbo en una maceta como le había dicho.

Todos los días lo regaba con abundante agüita y pasados varios días, vio que de aquel bulbo salieron cinco mariposas, preciosas.

Mi nieta se puso muy contenta ya tenía su flor querida en nuestra casita.

Amanda, que así se llama ni adorada nieta se hizo muy amiga de las mariposas.

Cada vez que les echaba agüita a las flores, éstas cantaban una bella canción.

Amanda querida niña

Eres nuestra amada amiga

Gracias por el agua

Gracias por el amor que nos ofreces

Somos muy felices de vivir aquí.

Así surgió una amistad eterna entre mi nieta y las preciosas mariposas, la flor nacional de nuestra querida Cuba.

Madrid, junio de 2019