LA LUNA
La Luna es el satélite natural del planeta
Tierra.
Yo la puedo ver desde la ventana de mi
cuarto.
¡Es tan hermosa!
¡Me encantan sus cuatro fases!
Luna Nueva, Cuarto Creciente, Luna Llena y
Cuarto menguante.
Pero la que más me gusta, la que me
maravilla es la fase de la Luna Llena.
Cuando es Luna Llena, el cielo se ilumina
con su luz. Es preciosa, disfruto mucho mirándola.
En una ocasión en que la observaba me
pareció que me hacía un guiño, pero pensé:
Es fantasía mía.
Pero una noche volvió a ocurrir el
fenómeno.
La Luna me hacía un guiño cómplice.
¿Cómo podía ser eso? la Luna es un planeta,
¡era imposible lo que yo veía!
Pero si ocurrió y sucedió otro fenómeno.
La Luna se acercó a mi ventana y me dijo:
- ¿Te gusta como soy?
¿Que era aquello? ¡el planeta me hablaba!
Después de salir de mi asombro le contesté:
- Por supuesto, me encantas Luna Lunera.
Pero sucedió algo asombroso.
También a mi ventana se asomaron seis
estrellas, que comenzaron a danzar alrededor de la Luna.
Eran estrellas muy singulares, todas eran
de diferente color.
Una era roja, la otra azul, había una
verde, una morada, la otra rosada, también había una naranja y por último una
muy pequeña de color plateado.
Yo no salía de mi asombro.
A la Luna y a las estrellas se le unieron
nubes que parecían de algodón de azúcar.
Llamé a mi nieta, tenía que ver aquel
fenómeno.
Mi nieta querida se quedó asombrada, la
Luna, las estrellas y las nubes de algodón de azúcar saludaron a la joven.
-Hola Amanda, estamos encantadas de conocerte.
Amanda les dijo:
-Yo también estoy muy feliz de conocerlas
y le agradezco a mi abuela que me haya dado la oportunidad de verlas.
La Luna comenzó a entonar una bella
canción:
Yo soy la Luna Lunera
Soy feliz cuando salgo a brillar
Me encanta jugar con las estrellas
y con las nubes de algodón.
Qué maravilla, mi nieta y yo estábamos
encantadas.
Pero todo llega a su fin, la Luna, las
estrellas y las nubes se despidieron de nosotras.
-Hasta la próxima vez querida señora y
querida joven, nunca las olvidaremos.
-Nosotras siempre recordaremos este
momento tan mágico y bello, le dijimos las dos.
Pues así ocurrió nuestro encuentro con la
Luna Llena, las estrellas multicolores y las nubes de algodón de azúcar. Queridos amigos y amigas cuando vean brillar la Luna
Llena obsérvenla atentamente porque a lo mejor les hace un guiño, habla con
ustedes y estoy segura que las estrellas y las nubes de algodón se acercarán
también a saludarlos.
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