SEGOVIA INOLVIDABLE
Fotografía gratuita de Unsplash
Hace unos días llegó a visitarnos mi nieto Gabriel que vive en los Estados Unidos y decidimos llevarlo a Segovia.
Segovia es preciosa, esa es la verdad y no quisimos que Gabriel dejara de conocerla.
Pasamos por Navacerrada, que lugares tan maravillosos, los paisajes impresionantes, queríamos que Gabriel viera la nieve, pero había ausencia total de ella, sólo un poquito de hielo.
Seguimos nuestro viaje y llegamos a la Granja. Allí Gabriel y Amanda visitaron el Palacio que es muy bonito.
Recorrimos los jardines con sus bellas y magníficas fuentes y cuando estábamos admirando una de las más espectaculares se nos acercó un bello y enorme pavo real con un plumaje precioso, rojo, verde, dorado, amarillo y morado.
Que belleza de ave, estábamos todos muy impresionados.
El ave nos dijo:
-Bienvenidos a la Granja.
Gabriel se quedó de piedra.
-Un ave que habla, dijo y le preguntó.
- ¿Quién eres preciosa?
-Soy el ave guardiana de estos jardines.
Encantados de conocerte dijimos todos muy entusiasmados.
Seguimos nuestro camino, nos alejamos de la Granja, no sin antes decirle adiós al ave guardiana.
Llegamos a Segovia, aunque ya habíamos visitado esa ciudad quedamos una vez más impresionados por el Acueducto Romano tan bien conservado. Gabriel ni se diga, estaba impactado ante el espectáculo.
Comenzamos a recorrer las calles segovianas y cuando paseábamos por una de sus calles vimos a una enorme loba que nos saludó con mucho cariño.
Soy la loba que amamantó a Rómulo y a Remo, nos dijo. Soy el Símbolo de Roma ¿No me vieron a la entrada de la ciudad? fui obsequiada a los segovianos por la Ciudad Eterna.
-Si, te vimos ¿y que haces por esta calle?
-Yo custodio las calles de Segovia ¿y que les ha parecido esta ciudad?
Gabriel le dijo:
-Yo estoy encantado por estar aquí y por supuesto mi familia también.
-Me alegro muchísimo, dijo la loba.
Nos despedimos de la loba y luego de almorzar en un lugar muy agradable donde nos sirvieron una rica comida segoviana, nos encaminamos al Alcázar de Segovia.
¡Que manera de impresionarnos la edificación con sus altos muros y torres!
Gabriel y Amanda entraron en ella y les encantó, todo lo que vieron les pareció maravilloso.
Allí se encontraron con una bella cigüeña que les dijo que vivía en el Alcázar y que estaba encantada con nuestra visita.
¡Todo era mágico!
Ya era tarde y teníamos que regresar a Madrid.
Emprendimos el viaje de regreso. Volvimos a recorrer las calles de Segovia llenas de encanto y de magia, cuando arribamos al lugar desde donde regresaríamos a la capital, nuestra sorpresa fue enorme cuando vimos aparecer para despedirse de nosotros al ave guardiana de los jardines de la Granja, a la loba que amamantó a Rómulo y a Remo y a la hermosa cigüeña que se nos apareció en el Alcázar.
Estos personajes se despidieron con mucho cariño y nos dijeron:
-Regresen a Segovia, serán bienvenidos.
-Sin falta volveremos dijimos todos.
Así fue nuestra visita a la inolvidable Segovia.
Que día tan encantador plagado de magia y de sorpresas inesperadas.
Nunca olvidaremos ese viaje y me imagino que Gabriel también lo recordará siempre.
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