EL ENANITO DE MI JARDIN MADRILEÑO
Por culpa de un bichito muy
malo llevamos encerrados en casa ya muchos días. Pero yo la paso de lo mejor en el jardín
de nuestra casita leyendo y conversando.
Allí hay una figura de un
enanito muy gracioso con un gorro rojo y una chaqueta azul que está recostado a
un hongo.
Mi hija y yo salimos a nuestro jardín
y la pasamos muy bien.
En ocasiones comemos y
merendamos en ese lugar tan bonito al aire libre, nos encanta y lo disfrutamos
mucho.
En el jardín hay tiestos con
varias plantas, orégano, cilantro, salvia, perejil, tomates cherry, tilo, albahaca, hierbabuena
y muchas otras plantas que mi hija ha ido sembrando poco a poco. Pero tampoco
faltan las flores, rosas, azucenas, margaritas y aunque no lo crean también
crecen tulipanes rojos, blancos y amarillos. Y pensamos, no importa que estemos
encerrados si aquí también disfrutamos del aire y de la naturaleza porque desde
el jardín se ven los pinos que engalanan el entorno.
Todo esto es maravilloso.
Cada vez que salimos a nuestro jardín
madrileño el enanito nos saluda y entona una bonita cancioncilla.
Yo soy el enanito madrileño
Soy muy feliz en este jardín
Estoy contento porque me quieren a
mi
Tralala, tralala, tralala
Así pasan los días de nuestro
encierro, pero como la mente tiene alas en ocasiones volamos a nuestra Isla Caribeña.
Allá en nuestra casita de Cuba
tenemos también un jardín muy bonito con muchas plantas y flores, también hay
unos cocoteros que hace muchos años sembró mi esposo y dan una sombra riquísima,
que ayuda a refrescar el ambiente.
Tenemos un helecho que le regaló a
mi hija mi hermano Narciso por su boda, la mata de buganvilia que se engalana
de flores moradas, el flamboyán enano que sembré hace mucho tiempo y la mata de
malanga que nos gusta tanto.
En nuestro jardín cubano no tenemos
ningún enanito, pero si un bello caracol que nos recuerda el mar de nuestra
bella y añorada Isla.
En una ocasión en que nos trasladamos
con las alas de nuestra imaginación a Cuba nos acompañó el pequeño enanito que
se hizo muy amigo del caracol.
El diminuto personaje le contó al
caracol cubano que mi hija y yo salíamos mucho al jardín donde él era el
personaje principal para así pasar mejor el encierro. El caracol le dijo que en
Cuba también estaban encerrados por el dichoso bichito y que mi hermana pasaba
muy buenos ratos en el jardín de nuestra casita y que cuando él la veía se
ponía muy contento.
En fin, queridos amiguitos que todo
esto pasará.
El dichoso bichito que trae a los
humanos muy tristes y preocupados será vencido y volveremos a pasear con
nuestros familiares y amigos.
Mientras seguiremos saliendo a
nuestro jardín madrileño a disfrutar de nuestro querido enanito y de nuestras
bellas plantas. Y seguiremos viajando a Cuba con las alas de nuestra
imaginación.
Comentarios
Publicar un comentario