LA FUENTE DE LA FINCA DE TORRE ARIAS

 

                Fotografía de Amanda Núnez Batista

En la calle Alcalá hay una finca que se denomina Torre Arias.
Es un lugar paradisíaco y bucólico.
Las plantas de diversas especies y las flores son una maravilla.
Hace unos días fuimos a pasear por el lugar mi hija y yo.
¡Qué maravilla de lugar!
Caminamos por sus senderos y llegamos a un lugar mágico.
Allí había una fuente increíble.
De un surtidor en forma de pez fluía el agua cristalina.
Nos sentamos cerca y el ruido del agua nos dio una paz tremenda.
Cuando estábamos conversando sobre aquella finca encantadora, se nos acercó un duende.
Nos saludó muy entusiasta.
- Hola amigas ¿cómo están?
- Nosotras muy bien y tú.
- Yo encantado de vivir en este lugar.
- ¿Y quién tú eres?
-Pues yo soy el duende de esta fuente.
- ¡Un duende hija, que ser tan encantador!
- Si, me dijo mi querida hija.
- ¿Y cómo te llamas? le preguntamos las dos al mismo tiempo.
- Me llamo Cipriano.
- ¡Cipriano! nunca habíamos visto esta fuente y a ti tampoco.
- Pues ya ven, aquí está la fuente para disfrute de los visitantes y yo sólo me dejo ver por aquellas personas que me caen bien.
- ¿Y nosotras te caemos bien? le preguntamos.
- Si muchísimo.
Pasó el tiempo volando.
Estábamos maravilladas y encantadas.
Pero teníamos que regresar a casa.
-Adiós Cipriano, adiós fuente mágica.
-Adiós amigas, ya volveremos a vernos nuevamente
Y nos despedimos felices y contentas de la Finca de Torre Arias
¡Volveremos mami!
Seguro hija, volveremos a estos lugares encantados.