EL HOTEL DE INSECTOS

 
 

    Fotografía gratuita de Unsplash

 

En la finca de Torre Arias hay un hotel de insectos, le dije a mi nieta.
Mi hija y yo lo descubrimos un día paseando por ese lugar.
Las abejas, las luciérnagas, las mariquitas, las mariposas y otra gran variedad de insectos tienen allí su refugio.
Aquel hotel es el fruto del ingenio de los jóvenes jardineros artistas que allí trabajan.
¡Que belleza! dijimos mi nieta, mi hija y yo.
Que idea tan original expresamos las tres.
De repente una pequeña abejita se nos acercó y nos dijo:
- ¿Les gusta nuestro hotel?
- Si por supuesto, le contestamos.
- ¿Quieren entrar a verlo con más detenimiento? nos preguntó.
- Por supuesto, le contestamos, pero somos muy grandes.
- Ahora verán y dijo unas palabras mágicas:
Cataplum pum pum.
Y mi nieta, mi hija y yo empequeñecimos.
Así pudimos entrar en el bello hotel.
Guiadas por la abejita recorrimos todo el lugar.
El hotel tenía muchas habitaciones.
Todas de un color diferente.
Una era azul, otra verde, otra amarilla.
Las habitaciones tenían pequeñas camitas confeccionadas con madera de pino ¡Preciosas!
Mi nieta preguntó:
- ¿Pero los insectos duermen en camas?
Pues parece que sí, le dijimos.
Es increíble dijo mi nieta.
Pero también nos fijamos que había un restaurante.
- ¿Y qué comerán en este restaurante? preguntó mi hija.
Bueno, le dije, cada insecto comerá su comida preferida.
Allí nos encontramos con un grillo que nos dijo:
- ¡Bienvenidas!
Una mariposa azul también salió a nuestro encuentro.
-Hola amiguitas que bueno que nos están haciendo esta visita ¿les gusta el hotel?
Es precioso, le dijimos.
- ¿Viven ustedes cerca de aquí?
-Si muy cerquita, dijo mi hija
- ¿Y vienen a menudo por aquí?
-Cada vez que podemos le dije, pero nunca habíamos visto este hotel.
-Es que hace muy poco lo construyó para nosotras un jardinero artista.
-Si un jardinero artista que se llama Juan.
-Quisiéramos conocerlo.
-Juan, Juan ven, gritó la mariposa azul.
- ¿Qué quieres mariposa?
-Ven que unas amigas quieren conocerte.
Llegó a nuestro encuentro el jardinero artista que también había empequeñecido.
-Buenas tarde amigas, encantado de conocerlas.
-El gusto es nuestro ¡que maravilloso hotel!
-Si la verdad es que quedó muy bonito y los insectos están muy contentos.
Nos teníamos que ir y gracias a las palabras mágicas Cataplum, pum pum, todos volvimos a nuestro tamaño real.
Nos despedimos del jardinero y de los insectos y regresamos a nuestra casita.
Y hasta aquí el cuento del Hotel de Insectos.

Comentarios

Entradas populares