MAR DE FRISIA
Fotografía gratuita de Unsplash (Mar de Frisia, Alemania - Nationalpark wattenmeer)
Cuando mi hija iba a nacer le pregunté a mi esposo como le íbamos a poner.
Me dijo: Le pondremos Frisia.
Yo nunca había oído ese nombre y le pregunté porque quería ponerle así.
- Conozco a una señora ya mayor que se llama así y a mí me ha gustado siempre ese nombre.
Fuimos a visitar a esa señora que era encantadora, ella me dijo que el nombre procedía de Holanda.
Ahora al cabo de los años descubre mi hija que su nombre lo tiene un Mar.
El Mar de Frisia.
Es un área natural única en el mundo, que fue declarada en 2009 Patrimonio de la Humanidad.
Deberíamos viajar a Holanda y visitar ese mar.
Así lo hicimos.
Fuimos mi hija, mi nieta y yo.
Llegamos al mar y nos deleitamos con aquel lugar tan bello y encantador.
Cuando estábamos en la orilla de las aguas emergió una bella muchacha de pelo dorado que nos saludó con mucho cariño.
- ¡Bienvenidas a mi mar!
- Muchas gracias, le dijimos, estábamos deseosas de estar aquí.
- Yo me llamo Lotta y soy la ninfa de este mar.
- ¿Por qué no se dan un chapuzón?
- Debe estar muy fría el agua, dijo mi hija.
Pero mi nieta si se decidió y entró en el agua.
- Está fría pero esta riquísima, nos dijo.
De entre las aguas surgieron unos pececitos preciosos de color verde esmeralda que comenzaron a nadar alrededor de mi nieta.
- Miren, nos dijo ¡que peces preciosos!
- Es cierto, le dijimos, son maravillosos.
Comenzamos las tres a caminar por la orilla de la playa y recogimos unos caracoles de formas irregulares.
Las tres estábamos encantadas.
El paisaje era muy singular, muy diferente a nuestro Mar Caribe.
Seguimos paseando por los alrededores y nos encontramos con unos pescadores.
- ¿Qué tal? nos dijeron ¿la pasan bien?
- Por supuesto, le contestamos.
- ¿Ya conocieron a Lotta, la ninfa de este mar?
- Si, ya lo hicimos, es un ser encantador.
De pronto oigo una voz que me llama.
- Mami, mami, despierta.
- ¿Qué pasa? le dije a mi hija, que era quien me llamaba.
- Tenemos que ir a la Quinta de los Molinos.
Entonces me di cuenta de que todo había sido un bello sueño.
Le relaté a mi hija y a mi nieta el sueño y me dijeron:
- No importa, aunque sea en sueños hemos visitado el Mar de Frisia.
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