AMOR A LA VIDA
Fotografía gratuita de Unsplash
La plumería es una flor originaria de las zonas tropicales de la América Central y de las zonas caribeñas. Simbolizan el amor a la vida.
Cerca de nuestra casa en Cuba hay muchas plantas de esta bella flor.
A mi hija Frisia le encantan.
Cuando mi hija era pequeña e iba a la lechería, recogía estas flores para hacer adornos para su pelo y para el de sus amiguitas.
Estos adornos eran preciosos. La realidad es que mi hija los hacía con mucha habilidad.
Un día en que paseaba por nuestro barrio se encontró con una joven muy hermosa.
Los cabellos de la joven estaban trenzados con flores de plumería.
-Hola, le dijo la bella joven a mi hija ¿Cómo estás?
-Muy bien, le contesto mi hija, ya ves recogiendo flores de esas que llevas trenzadas en tu pelo, que me encantan.
- ¿Y tú quién eres?
-Me llamo Florinda y amo también estas flores por eso las llevo en mi pelo.
- ¿Y tú cómo te llamas?
-Me llamo Frisia y me encantan las flores que todos los días recojo.
La joven se despidió de mi hija y le dijo:
-Ven mañana que quiero llevarte a un sitio muy bonito.
Al otro día mi hija se levantó muy temprano y llegó al lugar donde había visto a Florinda.
Efectivamente allí estaba la preciosa joven con su pelo trenzado con plumerías.
Buenos días, Frisia, que bueno que viniste temprano, ven conmigo te voy a llevar a un sitio muy bonito.
-Buenos días, Florinda.
Después de caminar durante un buen tiempo, llegaron a un lugar donde crecía un hermoso cedro y penetraron por un hueco que había en su tronco.
Y el espectáculo que vio mi hija fue maravilloso.
Allí en ese lugar crecían flores de plumerías gigantes, preciosas y de diversos colores.
-Frisia, le dijo la hermosa joven, te presento a mis hermanas-
Las plumerías saludaron a mi hija y le dijeron:
- ¡Bienvenida!
Y de pronto mi hija vio como Florinda se convertía en una plumería hermosa y olorosa.
Frisia no daba crédito a lo que veía.
Las plumerías hicieron un círculo y con voz dulce y melodiosa comenzaron a cantar.
Somos el Amor a la Vida
Somos el Amor a la Vida
Después de que las flores terminaran su canto mi hija oyó mi voz que le decía:
-Frisita, Frisita, levántate, que vas a llegar muy tarde a la escuela.
Todo había sido un sueño.
Mi hija se levantó y se vistió y al salir al portal de nuestra casita se encontró con una cesta lleno de plumerías bellas y fragantes y le pareció oír un canto.
Somos el Amor a la Vida
Somos el Amor a la Vida
Y hasta aquí este cuentecito sobre las hermosas flores, espero que les guste.
Comentarios
Publicar un comentario