LA QUINCALLA ANGELITA

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Mis abuelos paternos Angela y Narciso vivían en Marianao.
Ella era una bella y dulce cubanita, él un libanés muy apuesto. Yo los adoraba.
Mi abuelito tenía un taller de costura donde mis tías Lucrecia y María confeccionaban pijamas y batas de casa de crepé corrugado que es una tela muy apropiada para esas confecciones.
Recuerdo que eran de colores pasteles con pequeñas florecitas, lindísimas.
Decidieron un día abrir un pequeño negocio porque las ganancias del taller no eran muchas.
En la sala de la casa ubicada en la calle 59 como dije anteriormente en el municipio habanero de Marianao, abrieron una pequeña quincalla y por supuesto la bautizaron con el nombre de Angelita.
Recuerdo que la quincalla tenía unas estanterías al fondo con varios compartimientos y delante unos mostradores de cristal donde se exhibían los productos que se vendían.
En ese modesto establecimiento se vendía de todo.
Las pijamas y las batas de casa eran los principales protagonistas, por supuesto. En la repisa de cristal recuerdo muy bien que había cajitas de polvos compactos, creyones de labios y repuestos de creyones que estaban envueltos en papel de china.
También se podía comprar hilos, agujas de coser y de tejer, hilos de coser y de bordar, cintas de colores para el pelo, encajes, ganchitos de pelo, botones de diversos tamaños, pequeños frasquitos de perfume, encajes preciosos, colonias, cremas y otros productos confeccionados con productos naturales.
Vendían unas cuquitas preciosas para recortar que hacías las delicias de las niñas del barrio. Recuerdo que muchas las coleccionaba. 
La fama del modesto establecimiento se fue extendiendo poco a poco.
Hoy en día muchos vecinos de los alrededores recuerdan a la Quincalla Angelita, fruto del esfuerzo de mi querida familia libanesa – cubana.
Qué recuerdos tan maravillosos tengo de mi niñez y de aquel pequeño negocio
Yo disfrutaba mucho viendo a mi tía Lucrecia despachar con mucho esmero a los clientes, trataba de complacer a todo el que llegaba para adquirir un producto.
Esa es la vivencia que tengo de aquella Quincalla Angelita, un recuerdo que cuando como un tesoro en mi memoria.

Madrid, 5 de mayo de 2021


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