LAS ABEJAS
Fotografía gratuita de Unsplash
En la finca de Torre Arias, ese lugar tan hermoso que tantas veces hemos visitado,
vimos una colonia de polinizadores, que fueron fabricados con mucho amor y cariño por los trabajadores de ese centro.
Las abejas, ese pequeño insecto, son las encargadas de la polinización, que es el intercambio del polen entre las flores con el fin de lograr la reproducción de las plantas, proceso fundamental para la supervivencia de nuestro planeta Tierra.
Ese pequeño y simpático insecto es muy importante para nuestro planeta pues contribuye a mejorar la biodiversidad.
Si ese pequeño insecto llegara a desaparecer sería un grave problema para la supervivencia de nuestro querido planeta azul.
Ese día que visitamos la finca de Torre Arias nos acercamos a los polinizadores y se nos acercó una pequeña abejita que con una voz muy melodiosa nos dijo:
-Hola, ¿qué tal? ¿cómo están?
Mi hija, mi nieta y yo le dijimos:
-Estamos disfrutando de este bello lugar y hemos visto los polinizadores.
-Si, nos dijo el pequeño insecto, fueron construidos para nosotras las abejas por unos trabajadores de esta finca, y se lo hemos agradecido mucho porque nos son muy útiles.
La abejita que nos dijo que se llamaba Rocío llamó a sus hermanas que llegaron volando hasta donde nos encontrábamos y nos saludaron con mucha alegría y afecto.
Mi nieta les dijo:
-Preciosas abejitas, no saben cuánto tenemos que agradecerles el trabajo que ustedes hacen, si ustedes dejaran de existir nuestro querido planeta desaparecería.
- ¡Somos tan importantes! expresó la abejita Rocío.
-Por supuesto, le dijo mi hija Frisia, por eso tenemos que cuidarlas mucho.
Las tres estábamos encantadas, aquel encuentro con los increíbles insectos nos maravillaba.
La abejita Rocío se nos acercó y nos dijo:
-Tenemos que irnos a continuar con nuestro trabajo de polinización.
-Adiós amigas, cuando regresemos a Torre Arias seguro que las volveremos a ver.
-Seguro, dijeron todas las abejitas.
Regresamos felices y contentas a nuestra casa.
Seguro que cuando regresáramos a la bella finca nos volveríamos a encontrar con nuestra amiga Rocío y sus hermanas,
Comprendimos la importancia de las abejas y la necesidad de cuidarlas y preservarlas.
Pero se me olvidaba, antes de irnos Rocío nos obsequió un pequeño recipiente confeccionado con hojas que contenía una dorada y dulce miel.
Hasta aquí este cuento amiguitos, espero que cuando vean una abejita no le hagan daño por el contrario la cuiden mucho por el bien del ser humano.
|
||||
Comentarios
Publicar un comentario