EL AVE DORADA

 

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Hoy cuando paseaba por Torre Arias vi un ave preciosa. Su plumaje de color dorado resplandecía.

¿Qué era esa ave tan bella y de un color tan maravilloso?

Me acerqué poco a poco al lugar donde se encontraba.

El ave no se asustó, por el contrario, me saludó muy afectuosa.

-Hola, me dijo ¿qué haces por este lugar tan hermoso?

-A mí me gusta pasear por este lugar, me encanta ver sus árboles, su fuente mágica y las flores que adornan los canteros que con tanto amor han sido preparados y donde también hay plantadas plantas aromáticas.

- ¿Y tú quién eres? le pregunté.

-Yo era una bella muchacha de cabellos color dorado y un mago muy malo me convirtió en ave.

- ¡Pero eres un ave maravillosa!

-Si, es cierto, pero prefiero seguir siendo una muchacha y no un ave.

- ¿Y cómo se puede romper ese encantamiento?

-Pues verás cuando llegue a mi encuentro un joven apuesto que me acaricie las plumas.

De inmediato vi que se acercaba a nuestro encuentro un gallardo joven de pelo negro como el ala de un cuervo.

El joven se acercó al ave y le acarició el plumaje y el ave se convirtió en una hermosa joven de cabellos dorados.

Yo estaba siendo testigo de aquello.

El joven se acercó a mí y me dijo:

-Señora, como usted viene a pasear tanto por este hermoso parque, yo escogí este día para romper el encentamiento del mago y que usted fuera testigo de este momento.

-Se lo agradezco mucho, le dije.

El gallardo joven y la hermosa muchacha de cabellos dorados se acercaron a mí y me dieron un fuerte abrazo y un beso.

Esas son las maravillas que encierra Torre Arias.

Bueno a lo mejor cuando lean este pequeño cuentecito no me van a creer y lo voy a sentir mucho porque esto me sucedió hoy y ha sido un momento inolvidable para mi.

 

 

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