EL AVE DORADA
Fotografía gratuita de Unsplash
Hoy cuando paseaba por Torre Arias vi un ave preciosa. Su plumaje de color dorado resplandecía.
¿Qué era esa ave tan bella y de un color tan maravilloso?
Me acerqué poco a poco al lugar donde se encontraba.
El ave no se asustó, por el contrario, me saludó muy afectuosa.
-Hola, me dijo ¿qué haces por este lugar tan hermoso?
-A mí me gusta pasear por este lugar, me encanta ver sus árboles, su fuente mágica y las flores que adornan los canteros que con tanto amor han sido preparados y donde también hay plantadas plantas aromáticas.
- ¿Y tú quién eres? le pregunté.
-Yo era una bella muchacha de cabellos color dorado y un mago muy malo me convirtió en ave.
- ¡Pero eres un ave maravillosa!
-Si, es cierto, pero prefiero seguir siendo una muchacha y no un ave.
- ¿Y cómo se puede romper ese encantamiento?
-Pues verás cuando llegue a mi encuentro un joven apuesto que me acaricie las plumas.
De inmediato vi que se acercaba a nuestro encuentro un gallardo joven de pelo negro como el ala de un cuervo.
El joven se acercó al ave y le acarició el plumaje y el ave se convirtió en una hermosa joven de cabellos dorados.
Yo estaba siendo testigo de aquello.
El joven se acercó a mí y me dijo:
-Señora, como usted viene a pasear tanto por este hermoso parque, yo escogí este día para romper el encentamiento del mago y que usted fuera testigo de este momento.
-Se lo agradezco mucho, le dije.
El gallardo joven y la hermosa muchacha de cabellos dorados se acercaron a mí y me dieron un fuerte abrazo y un beso.
Esas son las maravillas que encierra Torre Arias.
Bueno a lo mejor cuando lean este pequeño cuentecito no me van a creer y lo voy a sentir mucho porque esto me sucedió hoy y ha sido un momento inolvidable para mi.
Comentarios
Publicar un comentario